martes, 4 de mayo de 2010

La importancia de la lectura para los niños



Leer fomenta el desarrollo cognitivo, lingüístico y creativo

Los chicos aprenden valores y desarrollan sus conocimientos y personalidad a través de la literatura. Necesidad y beneficios de impulsar este hábito en los más pequeños.

Leer es un buen hábito. Esta afirmación es mundialmente repetida y aceptada. Casi ninguna persona sería capaz de afirmar lo contrario. Sin embargo, la agitada vida que uno lleva entre el trabajo, la casa, la familia, los amigos y demás actividades de ocio, relega a la lectura al final de la lista en muchos casos.

Los principales procesos de aprendizaje de los niños son la observación y la imitación, es decir que aprenden mirando y copiando las actitudes y hábitos de los adultos. Si los padres no leen ni fomentan un acercamiento hacia la literatura, seguramente será difícil para los pequeños incorporar el hábito.

El rol de la lectura en el siglo XXI

El novelista americano Jonathan Franzen denunciaba en "Tal vez soñar: Razones para escribir novelas en la era de la imagen" que "hace un siglo, un hombre culto leía unos cincuenta títulos de ficción al año; hoy en día, como mucho, quizás cinco". Lamentablemente, en la actualidad esta afirmación quizás sea demasiado positiva.

En una sociedad que evoluciona a ritmos vertiginosos, la lectura abre la posibilidad de conocer nuevos mundos, informarse y aprender. Grandes y chicos pueden verse beneficiados personalmente al leer un buen libro.

La negación de los niños a leer

Aprender es innato en el ser humano. Los pequeños suelen solicitar a sus padres de manera continua que les lean cuentos o simplemente, los carteles que se encuentran en la calle. Desean saber, conocer y entender lo que está escrito.

¿Sucumbe realmente este deseo con los años? Al comenzar la escuela, leer se convierte en una obligación en lugar de un divertimento. El Club de Narradores de la República Argentina sostiene que “la lectura en esta etapa no resulta placentera para el niño. Es más, le cuesta, se equivoca y no alcanza a comprender lo que lee”. Este momento es el más delicado y el que necesita mayor acompañamiento por parte de la familia.

Si los incentivos no existen, la lectura se convierte en una “tarea más del colegio”, en algo simplemente aburrido en comparación con el ordenador, los videojuegos o las redes sociales como Facebook.

El libro como llave de entrada al conocimiento

Leer acerca la cultura al niño. A través de cuentos, la criatura comienza a incorporar mandatos sociales sobre el bien y el mal. La mayoría de los relatos tradicionales poseen moralejas sobre la amistad, la bondad y el amor. La lectura infantil justamente permite que el niño se identifique con personajes y absorba, casi sin darse cuenta, valores inherentes a la cultura en la que está inmerso.

Por otra parte, permite asimilar de manera intuitiva las normas de escritura de la lengua. Con el correr de las páginas (y los libros), la sintaxis correcta y la buena ortografía pasan a formar parte de la mente del joven lector.

El vocabulario se ve enriquecido así como también se ven favorecidos el razonamiento, la concentración y la comprensión lectora, preparando al niño para los estudios medios y superiores.

Leer abre la mente de los niños

La lectura abre la mente de los niños permitiéndoles dejar volar su imaginación. Reproducir en la propia mente un suceso leído en un libro permite al pequeño descubrir nuevas situaciones y proyectar su creatividad al pensar una situación de manera totalmente diferente a como lo haría otra persona.

La libre elección de lecturas brinda la posibilidad de conocer otras culturas y por ende, otras maneras de pensar. El saber adquirido permitirá al joven lector comparar las informaciones y sacar sus propias conclusiones, desarrollando así su espíritu crítico y su propia personalidad.

La literatura es entretenimiento sano

Más allá de todas las ventajas cognitivas y sociales, la lectura entretiene. Abandonar el mundo real por un rato y solucionar un misterio, vivir una historia de terror o enamorarse de un príncipe otorgan al niño una libertad de acción que no posee en la vida real. Cuando lee puede ser otra persona y estar en cualquier lugar, es casi como disfrazarse y jugar con amigos.

Lejos de los ordenadores, la televisión y los videojuegos, el niño aprende a divertirse solo, sin necesidad de tener a nadie que lo acompañe. Su propia imaginación y un buen libro pueden trasladarlo al más interesante de los mundos.

La lectura es fundamental para el completo desarrollo de los chicos. Pocos hábitos pueden ofrecer tantas ventajas y tanta diversión al mismo tiempo. El conocimiento y el entretenimiento están al alcance de la mano.

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